Cerro Porteño volvió a tener una noche muy incómoda, así como nos días atrás cuando también en el Defensores del Chaco la pasó muy mal y terminó cayendo ante Tacuary.
Pero esta vez logró sobreponerse al mal partido y el asedio del rival, aprovechando una de las pocas ocasiones claras de gol que generó. Y fue gracias a su actual goleador, Fernando Romero, quien ingresó en la complementaria y en la primera pelota ya castigó.
Francisco Arce alistó un equipo completamente alternativo, repitiendo solamente con Jean Fernandes y Alexis Duarte, pensando en lo que será el partido del próximo miércoles ante Peñarol en La Nueva Olla, por la tercera fecha de la fase de grupos de la Copa Libertadores.
El partido en líneas generales, Cerro lo sufrió, pero especialmente en el primer tiempo. Ameliano evitó la construcción de juego del «Ciclón», bloqueó a Luis Fariña que no pudo entrar en juego y además respondía en las salidas.
Las oportunidades claras fueron casi exclusividad del equipo local, que ya en la primera mitad mostraba su arma preferida que la usó más veces aún en el segundo tiempo: los tiros de esquina de Víctor Ayala y los laterales que se convertían en centros.
Pero a pesar de acechar y empujar, el gol de Ameliano nunca llegó. Incluso Cerro, en uno de sus pocos intentos en ataque en el primer tiempo consiguió convertir a través de Fabián Franco, pero el tanto fue anulado por una falta previa.
En la complementaria, «Chiqui» metió mano en el equipo. Lo mandó a Wilder Viera y Fernando Romero a la cancha, dejándolos en el banco a Roberto Ramírez y Antonio Galeano.
Con el ingreso de Romero, Luis Fariña, que había arrancado de mediapunta, pasó a jugar abierto sobre la izquierda y logró darle mayor funcionamiento al equipo.
Desde esa zona inicia la primera jugada peligro del segundo tiempo y que termina el gol. La jugada se gesta sobre la izquierda y luego va volcándose hacia la derecha, donde recibe Enzo Giménez y pone un centro perfecto a la cabeza de Fernando Romero, que necesitó solo segundos en cancha para romper un partido bastante tedioso para el azulgrana.
Y a partir de ahí, el trámite del partido quedó aún más marcado: Cerro defendiendo y buscando las contras, Ameliano haciendo llover pelotas al área de Jean Fernandes.
Pero siempre le faltó a Ameliano en los metros finales y a pesar de todo lo realizado, se terminó quedando con las manos vacías. Es más, Cerro lo pudo haber aumentado en alguna contra, pero tampoco tuvo efectividad.
Será una victoria muy festejada para el «Ciclón», porque lo logró con un equipo mayormente alternativo y por el trámite desfavorable que tuvo durante casi todo el partido.
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