La primera vez que un sacerdote de la Congregación del Santísimo Redentor, más conocidos como, Misioneros Redentoristas, pisó suelo paraguayo, fue en la ciudad de Bella Vista, departamento de Amambay, el 27 de abril de 1930, hace 92 años.
Fue el P. Francis Mhor quien llegó desde Miranda hasta Bela Vista, Brasil a bordo de un automóvil Ford modelo 1929, guiado por su chofer Alex, tras haber recorrido 247 kilómetros sorteando diversos obstáculos propios de un camino nada prolijo como los que se tienen hoy día.
En sus memorias, el padre Mohr recuerda que llegaron a Bela Vista el 25 de abril de 1930, y que dos días después, el domingo 27, a las 7:00 de la mañana ofició una Misa en la iglesia matriz de esa ciudad brasileña. Ese mismo día, sigue relatando el padre Mohr, cruzaron el río Apa, llegando a Bella Vista en donde por primera vez un sacerdote Redentorista pisaba suelo paraguayo, de ese día histórico se cumplieron ya 92 años.
Desde un primer momento el ilustre visitante, según sus memorias, quedó admirado con la belleza del lugar y la simplicidad y bondad se las cerca de 700 personas que habitaban el lugar. Destacó la fe religiosa de las mismas y por sobre todo el de ser católicos fervientes que nunca se doblegaros a las insistencias de los protestantes que trataban convencerlos, y que incluso los expulsaron.
Según el padre Mohr, la Capilla construida en una colina era muy hermosa, e incluso mayor que la iglesia matriz ubicada en el lado brasileño. En cuanto al obstáculo que podría haber representado el idioma, el redentorista explica que tanto él, como su chofer Alex, hablaban con las personas en portugués, y éstas les respondían en español y de esa forma se entendieron a la perfección.
La primera Misa
Entusiasmados con la presencia de un sacerdote por primera vez en el lugar, los pobladores le pidieron al padre Mohr que oficie una Misa. Y fue a las 8:00 de la mañana del martes 29 de abril de 1930 en que el P. Francis Mhor C.Ss.R., ofició la primera Misa en territorio paraguayo. En sus memorias recuerda que a pesar de la intensa lluvia que caía a esa hora, muchos fieles participaron de la misma, y que una vez finalizada, unos 200 niños acompañados de sus profesoras, llegaron hasta él en procesión, le cantaron himnos y a pedido suyo rezaron algunas oraciones en español y en retribución les regaló algunas estampas.
Los fieles le manifestaron sobre la necesidad de contar con un sacerdote que se pueda quedar a vivir en el lugar, esta manifestación dio lugar a la llegada, más adelante, de los primeros Misioneros Redentoristas que se produjo en una tarde invernal del 14 de agosto de 1930.
Fuente Radio Imperio