Traficantes se valen de la inocencia y la necesidad económica para registrar armas.

DENUNCIAS. Entre 2022 y 2023 se identificaron 44 armas y 2 rifles registrados irregularmente.

Un estudiante, una deportista, un electricista, una maestra y toda una comunidad de mujeres son algunas de las personas en las listas de compras de armas que se realizaron para simular ventas de casas irregulares. Las pistolas y rifles ingresaron por esta vía al mercado ilegal. En la mayoría de los casos, las víctimas firmaron los documentos confiadas de que eran parte de los requisitos para otro trámite entre presupuestos de servicios e incluso subsidios de ayuda social. O simplemente fueron presos de su propia necesidad, con pagos desde G. 50.000 a G. 300.000. Los ciudadanos contaban en promedio con 3 a 11 armas a su nombre, cuyo costo de mercado por unidad ronda un mínimo de G. 6.000.000.

En Paraguay, entre 2022 y 2023, se detectó la falta de 17.369 armas importadas legalmente que fueron compradas por casas comerciales que tras la transacción desaparecieron o no pudieron justificar las ventas. Los locales se encuentran principalmente en Asunción, Central, Amambay y Alto Paraná. Los datos obran ante la Fiscalía, desde junio de 2023.

Seis son las denuncias sobre uso de identidad para tenencia de armas, que suman la filtración de unas 44 pistolas y 2 rifles. En el 2022, una de las víctimas dedicada al deporte denunció que utilizaron su identidad para registrar 10 pistolas 9 milímetros y un rifle. Una vendedora descubrió que tenía 5 pistolas 9 mm y un rifle 22. Por su parte, un estudiante se enteró de que utilizaron su nombre para el registro de 11 pistolas y un electricista fue requerido por unas 3 pistolas.

En el 2023, un uniformado retirado se encontró con 6 pistolas que nunca adquirió y un oficial con otras 6. En total en el 2022 y 2023 sumaron 44 pistolas y 2 rifles bajo esta modalidad.

TODA UNA COMUNIDAD

En Alto Paraná unas 25 mujeres fueron engañadas por un gestor de venta y registro de armas. Esta persona que no se presentó como tal, les prometió una ayuda social de G. 300.000 que sería parte supuestamente de un plan de la Gobernación de Alto Paraná.

Las mujeres en situación de vulnerabilidad firmaron los documentos e incluso fueron llevadas al local para sacarse una foto que serviría para el registro de tenencia. Los trámites lejos de ayuda social eran en realidad para la adquisición de armas 9 mm de la casa Las Residentas.

Las Residentas, local ubicado en una galería en el centro de Ciudad del Este, cerró sus puertas, llevándose consigo unas 45 armas.

ELECTRICISTA

Un día el electricista recibió una llamada; una persona lo había contactado por su perfil de trabajo en redes sociales. Esta lo buscó de su casa y lo llevó a dos locales comerciales en Asunción. Para el ingreso, le explicaron que debía firmar un documento, que supuestamente decía que si sufría un accidente dentro del local, este no se haría responsable. El trabajador relata que no sospechó porque en su rubro y más cuando se trata de comercios, no es la primera vez que firmaba un documento de esa índole y resalta: “Había sido que falsificaron mi firma y sacaron tres armas a mi nombre”, subraya.

El joven ingresó, realizó el presupuesto y fue llevado a su casa, pero nunca lo contrataron. Meses después se enteró de que tenía 3 pistolas 9 mm a su nombre. “Me llamaron a preguntar si yo tenía armas; en ese momento yo estaba haciendo una pollada para operar a mi hermano que había tenido un accidente, y me preguntaron si tenía armas, un arma es cara, y yo tenía tres”, resalta el electricista.

A nombre del trabajador se encuentra un recibo de compra de la casa AMMO SA de Asunción. El electricista destaca que con esta experiencia le sobrevino el temor, pero tomó los recaudos para asentar que no es dueño de las armas. Hoy, solo pide justicia. “Supuestamente, yo rendí y todo, falsificaron todo, mi firma, tenían mi foto y todo, calculo que sacaron de mi perfil de Facebook para usar en el carnet”, comenta.

OFICIAL

Un oficial retirado asistió a la Dimabel para renovar su carnet de tenencia de armas. El ex oficial resalta que se sorprendió por el costo de renovación y consultó, en ese momento le informaron que era lo que correspondía por tener 4 armas a su nombre. “Cuatro armas, yo solo tengo una”, destacó el ex oficial. De ahí empezó un calvario, solicitar informes recurrir a los estamentos para denunciar. Para la solicitud de las tres armas, que él no tenía ni había adquirido, pudo verificar que se había falsificado su firma y hasta falseados sus datos, figuraba incluso como ganadero. Las compras se habían realizado en distintos años.

Las armas las compró supuestamente de la casa El Norteño de Limpio.

MAESTRA DE EDUCACIÓN INICIAL

Una maestra de educación inicial se encontraba sin trabajo; fue una noche a un concierto y conoció a un hombre conocido como Forli. Él le ofreció dinero a cambio de firmar unos papeles y la necesidad hizo lo suyo. La maestra lo acompañó hasta una casa de armas ubicada en el centro mismo de Asunción, firmó lo que relató fueron más de cinco documentos, le sacaron una foto. Y al salir le dieron G. 50.000. Un tiempo después la volvió a contactar para un trámite idéntico en Limpio, subiendo el costo a G. 100.000. “Me asusté cuando tenía armas a mi nombre. Yo tenía mucho miedo, por si me busquen por eso”, refiere la maestra, quien figura como compradora de 6 armas de diferentes calibres. “Vos tenés que firmar nomás y ya está y yo te doy el dinero. Y ya está me decía. Yo no pensé que era para sacar armas, entonces yo firmé y me dio el dinero”, recuerda la mujer.

La educadora fue contactada para una tercera operación, pero esta ya le empezó a dar miedo. Al enterarse de lo que habían hecho con los documentos que firmó realizó las denuncias.

SUPERRECLUTADORES

Con la implementación del Sistema Integrado de la Dirección de Material Bélico (SID), las tenencias requieren de fotografías de las personas que solicitan el registro. Este proceso igualmente es llevado a cabo por gestores, que en muchos casos son reclutadores que realizan todos los trámites e incluso engañan a las personas, como en el caso de Las Residentas de Ciudad del Este, donde incluso las señoras fueron llevadas a tomarse fotos. Es así que en Fernando de la Mora, San Lorenzo y Luque se encuentra un supercaptador de incautos. Esta persona plenamente identificada con denuncias ante la Policía y Fiscalía logró en un breve periodo utilizar a 18 personas, quienes firmaron como supuestos responsables por 119 armas.

Bajo engaños. Joven trabajador fue llamado para realizar el montaje eléctrico de un local, firmó para ingresar al lugar y apareció como comprador de armas. Alto costo. Armas de un mínimo de G. 6.000.000 figuraban a nombre de personas de escasos recursos.

Con temor. Ciudadano denunció uso de su identidad para compra de armas.

 

 

Fuente UH

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