Es Santa Patrona de América y desde 1939 se convirtió en benefactora de la Policía Nacional. Santa Rosa de Lima, además de los agentes, bendice a los que necesiten protección en las preocupaciones cotidianas.
Como cada 30 de agosto, los policías de Paraguay visten sus mejores gala para honorificar a su Santa Patrona, Santa Rosa de Lima.
Ella nació en Lima, Perú, el 20 de abril de 1586 y fue hija de un uniformado. Fue la primera americana canonizada por la Iglesia Católica y en 1671 se le otorgó que su día santo sea cada 30 de agosto. Lo llamativo de su historia es que en menos de 50 años, la consagraron santa.
Rosa, durante toda su vida, no escatimó nada para servir a los más desemparados, tal como lo hacen los honestos héroes vestidos de policías.
Su madre espiritual era Santa Catalina de Siena por lo que fue laica, específicamente Terciaria en la Orden de Santo Domingo. Vestía con túnicas blancas y un manto negro.
Por su parte, en 1939, el presidente Félix Paiva dictaminó por decreto dedicar este día a la Policía Nacional en reconocimiento por su arriesgada labor diaria que garantiza la seguridad para todos y años después, el Arzobispado de Asunción ofreció esta institución a merced de Santa Rosa de Lima.