El titular de la Dirección de Materiales Bélicos confirmó que se descubrió un esquema de tráfico de armas para el crimen organizado de Brasil que supuestamente involucra a efectivos militares y policiales paraguayos.
Según se sospecha, los uniformados compraban armas de forma legal en Paraguay y las entregaban para su envío ilegal a Brasil, denunciando las armas como sustraídas o extraviadas.
En conferencia de prensa este martes, el ministro de Defensa Nacional, Óscar González, y el titular de la Dimabel revelaron un esquema de tráfico de armas para el crimen organizado que involucra a efectivos militares y agentes de la Policía Nacional.
Según explicó el general Melanio Servín, director de la Dimabel, el supuesto esquema de tráfico involucra a una casa comercial de venta de armas denominada Gunner, ubicada en el barrio San Cristóbal de la ciudad de Asunción, donde el pasado 3 de octubre fue comprada una pistola que posteriormente fue denunciada como robada.
Esa misma arma fue incautada por la Policía Federal de Brasil mientras era transportada a la ciudad de Sao Paulo.
Según el jefe militar, ese descubrimiento permitió a la Dimabel determinar el supuesto modus operandi del esquema: reclutadores asociados a las casas de venta de armas y con posibles vínculos con el crimen organizado infiltran instituciones policiales y militares, convencen a los uniformados de adquirir de forma legal las armas para luego entregarlas a estos reclutadores para su envío al exterior y denunciar esas armas como sustraídas o extraviadas para deslindar responsabilidad.
Cien armas habrían sido enviadas al crimen organizado en Brasil
La sospecha de la Dimabel, según expuso el general Servín, es que desde mediados de julio hasta la fecha unas cien armas fueron compradas “legalmente” en Paraguay, “extraviadas” y enviadas a Brasil para su entrega a organizaciones criminales de ese modo.
“Los reclutadores convencían a estas víctimas de prestarse para retirar las armas, pensando que siendo personal uniformado no llamarían la atención, y posteriormente las entregaban a los receptores al servicio del crimen organizado”, dijo el general.
En total, 46 efectivos militares y 55 policías habrían participado del esquema, prestándose a la compra de las armas a cambio de pagos de entre 500.000 y 800.000 guaraníes.
Todas las armas que se sospecha fueron traficadas por ese método eran cortas, pistolas de calibre 9 milímetros, que tenían como destino final Brasil.
Medidas a tomar
El general Servín afirmó que todos los militares bajo sospecha de haber participado en el esquema ya fueron convocados a declarar ante autoridades militares y que los hechos serán puestos a disposición del Ministerio Público.
Además, anunció que se realizarán pesquisas en “todas las casas comerciales” de venta de armas y que se reforzarán los controles internos
de posesión de armas por parte de agentes militares por medio de declaraciones juradas.
La casa de venta de armas Gunner fue allanada y clausurada ayer y la Dimabel incautó 54 armas y toda la munición que tenía en “stock”.
Fuente ABC Color